Una colorida expresión artística vuelve para inundar todos los espacios de nuestro hogar. El Pop Art es capaz de insertarse en las corrientes decorativas de la actualidad con la misma aceptación que tuvo durante los años ’60 y ’70, cuando el desenfado de esta tendencia se tomó las grandes urbes.
Se trata de una expresión artística netamente ciudadana y por completo alejada de la naturaleza. Esta corriente surge en los años de depresión de posguerra, cuando la sociedad comienza a industrializarse y a masificarse la cultura. Su carácter popular se logra con la incorporación de imágenes o elementos fácilmente reconocidos por cualquier persona, pero a los que se les da un sentido diferente para lograr una estética única y llamativa.Si llevamos este movimiento artístico a la decoración de interiores, el resultado será un ambiente juvenil, con un toque despreocupado e ideal para solteros que están a tono con lo estético. En una clásica estancia estilo Pop Art nunca faltará una reproducción de las obras de Andy Warhol, como las latas de conservas Campbell, o los cómics de Roy Lichtenstein.
Una interesante opción es sacar aquellos antiguos adornos que decoraban las casas de nuestros abuelos y utilizarlos en espacios cuyos muros estén empapelados con colores lilas o rosas. El diseño del ambiente debe estar plagado de coloridos círculos, rectángulos y triángulos, flores y estampados psicodélicos. Con este estilo se puede dar rienda suelta a la creatividad, ya que permite una libre distribución de los muebles, sólo se requiere estancias amplias cuyos ambientes sean separados por barras o cortinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario